Cuento corto: El Padre Fidel


En este post, les comparto  un cuento breve, para que te lo pienses rápido, lo lees, lo meditas, lo criticas y lo recuerdas. Es para vos.
Angus Loke


Haydee subió la escalera del frente, la inmensa puerta se erguía imponente, extrañada que los portales de la iglesia estuvieran abiertos a estas horas, la religiosa señora no pudo con la curiosidad y entro caminando muy discretamente.

Con la única luz de los cirios parpadeantes iluminando la antigua nave del templo el lugar se veía terriblemente lúgubre.

Camino por el pasillo central hacia la figura del padre Fidel, que estaba en cuclillas orando en la primera fila.

La respetuosa mujer se paró a su lado indecisa, lo vio muy ensimismado, silencioso y muy quieto, muy silencioso.

El padre Fidel había llegado desde Cuba cuando era aun un crío, desde temprana edad y por la educación de su madre Josefa se abrazo a la carrera eclesiástica.

Durante años había estado sirviendo en la enorme catedral, secundado por monaguillos padres de menor rango y monjas que lo consideraban un ser especial, incapaz de un exabrupto, de modales suaves y amenos que consolaba por igual a viudas o desposeídos.

Haydee se impacientaba y decidió sacar al padre Fidel de su letargo para avisarle sobre las puertas abiertas a altas horas, por que podía entrar algún delincuente o peor.

Al palmear su hombro noto su rigidez, lo vio libido y al tocar su mejilla lo noto mortalmente frío...

El grito de la pobre mujer lleno el ambiente acústico de la iglesia alarmando a todo el personal.

El padre Sebastian fue el primero en llegar, luego dos monjas y en seguida los monaguillos.

Acongojados por la muerte del padre Fidel solo atinaron a dejarlo ahí mismo, mientras llamaban una ambulancia.

Mientras tanto el padre Fidel podía ver toda la imagen sin perder detalle, infructuosamente le respondió a Haydee su llamado, sin éxito; gritó al padre Sebastian para llamar su atención, se sintió tremendamente liviano y vació.

Luego siguió la consabida luz tibia, que lo guió hacia un lugar oscuro, no había paredes ni techo, ni ninguna otra cosa, solo oscuridad.

Una voz poderosa pero amable lo saludo con un dejo de tristeza. El padre Fidel alzo la cara y sonriente respondió.

Vos sos Fidel dijo la voz (si Dios habla castellano con acento argentino) tu situación es bastante triste Fidel tu vida ha sido muy especial...

- Siii, - respondió Fidel, he dedicado mi vida a Dios, he sido puro, no he bebido jamas, no he fumado nunca, ninguna persona ha profanado mi cuerpo jamas, soy puro y dedicado exclusivamente al servicio de mi Señor.

La voz se corporizo frente a Fidel, era una apariencia amable, pero no de un santo sino de un dandy muy vivido.

¿A mi servicio? Yo soy tu Señor el único, y te diré algo, yo no busco ni necesito el servicio de nadie, vos jamás has probado un vaso de vino?(Negó Fidel) Tu lengua tiene millones de papilas que te transmitirían miles de sensaciones , ¿para que me tomé el trabajo de diseñarlas ? dijiste que nunca fumaste (volvió Fidel a negar); he creado millones de variedades de plantas con una función cada una y has rechazado la oportunidad de disfrutarlas. Decís que jamas has estado con alguien más disfrutando de tu sexualidad?( se negó Fidel escandalizado) La humanidad es la única especie que disfruta el sexo por placer y ¿no sabes quién les otorgo esa posibilidad?Usted - musito Fidel ... Así es, yo les doy la opción de sentir placer al vivir, ¿y que haces vos y los que son como vos? me arrojan todo lo que les regalo a la cara, desprecian mis regalos, rechazan el placer que les proporciono como las caricias de un padre a un hijo algo que también rechazaste...

No Fidel, tu servicio no me sirve. Rechazo tu servicio tal como rechazaste tu vida.
Desencajado Fidel empezó a sentir por primera vez en su vida, a sentir calor, mucho calor.

Angus Loke
Argentino
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