😌 Un cuento breve, les encantará.
Disfrútenlo, compartanlo y comenten. Se agradece.
Angus Loke
La muerte del abuelo llego a mis oídos .
Mis padres hacia mas de 20 años que no se hablaban con él por circunstancias que desconozco, fue antes que yo naciera.
Un abogado llego ese día a mi casa y le dejo a mis padres un sobre con las llaves y los papeles de la casa de mi abuelo, el padre de mi madre.
Mis padres se limitaron a dejar el sobre en un estante del closet de su habitación.
Yo veía tv mientras esto sucedió así que a pesar de que nadie me decía nada estaba al tanto.
Pasaron varios días y todo siguió en su rutina, yo asistía a la escuela, mi madre se dedicaba a sus manualidades y mi papa a su trabajo.
Pronto llegaron las vacaciones de invierno y el hastió trajo a mi memoria el sobre con las llaves de la casa del abuelo, yo jamas había visto una foto suya, nunca supe donde vivía ni que hacia para ganarse la vida, mucho menos sabia por que se habían alejado de el mis padres.
Una mañana fría y nublada harta de ver novelas y ordenar la casa decidí mirar en el sobre.
Un manojo de llaves antigua, una foto de mi abuelo en su juventud, otra de el mismo hombre con la que por el parecido con mi madre debía ser mi abuela, un documento publico con las características de la casa datos confusos y su dirección.
Copie en un papel la dirección. Me abrigue y salí a la calle a satisfacer mi curiosidad, también tome el manojo de llaves y lo guarde en el bolsillo de mi sacon.
La dirección estaba a unos 40 minutos de viaje en bus, extraño pero estando tan cerca, me asaltaron las dudas, por que tanto tiempo y jamas hubo un acercamiento.
El bus no estaba lleno pues el barrio al que me dirigía no era muy turístico.Una seguidilla de casas de madera, grandes algunas pequeñas otras pero todas coincidían en lo mismo, un aspecto sombrío y lúgubre, exudando pobreza de sus cimientos.
Unos hombres que parecían obreros no dejaban de verme con una expresión rara.
Toque el timbre y el chófer me miro brevemente, con una expresión que me asusto.
Camine una cuadra y las calles casi desiertas acentuaban el gris del día.
Llegue a la calle que indicaba el papel, la casa se erguía como la mas grande de la cuadra, una construcción muy antigua, de madera, dos pisos techos a dos aguas que dejaban ver una boardilla en cada ala, se notaba que había sido coqueta en alguna oportunidad pero el paso del tiempo había derruido su esplendor.
Una mujer mayor con dificultad para caminar por el exceso de peso, sus cabellos grises, facciones duras y unos ojos celestes intensos, me miraba desde un jardín en la casa de enfrente.
Desde la pared baja que cercaba su florido jardín, me susurro : "querida!"
Me acerque con una sonrisa y le dije :"SI?".
Me contemplo un momento y luego meneo la cabeza.
Deberías marcharte y jamas regresar, no nos gusta tu presencia, no nos gusta tu familia y no queremos que pasees tu estúpida sonrisa por el barrio.
Me quede helada, sin saber que decir, tomando coraje le pregunte por que que le había hecho y si sabia quien era para hablarme así.
Con un gesto de fastidio grito con una mueca irónica, no necesito saber quien eres veo que eres familia de el. Eso es suficiente para saber que por el bien de todos deberías irte y no volver jamas.
Camino pesadamente hasta la puerta y la cerro con un violento golpe.
Me quede estupefacta, e intrigada, quien era esa mujer? con que derecho la trataba así?
Se encogió de hombros y camino hacia la puerta de la casa del abuelo, la puerta era de madera gruesa y pesada, con labrados finos y esmerados, aunque estaba manchada por grafitis, extraños porque representaban imágenes religiosas, cruces frases en latín y fragmentos de oraciones, alcance a leer algunas y no entendí las demás.
Mire la llave con atención a ver si podía encontrar la correcta.
Una gran llave de hierro negra antigua labrada representando cuerpos humanos entrelazados. Tétrico pensé.
Al abrirse la pesada fuerza con mucho esfuerzo de mi parte oí como si la casa hubiera soltado un gran suspiro, el vació y lo hermético habían logrado ese orgánico sonido.
El piso de madera impecable cubierto por una fina capa de polvo chillaba ante cada paso de mis tenis.
Las ventanas estaban sin tapiar, aunque las cortinas de un color marrón oscuro no dejaban entrar mas que una luz mortecina .
Apenas se deducían algunas siluetas, sillas mesa sofá, unas estatuas muy peculiares hechas de hierro y madera.
Me sentí incomoda, como si alguien me vigilara,un frió recorrió mi cuello hasta mi espalda.
La casa no lucia acogedora, se veía mas bien triste y lúgubre, aterradora para visitarla sola.
Intente cerrar la pesada puerta detrás de mi, no pude.Empuje una y otra vez pero no la podía mover.
Camine hacia la vereda para ver si alguien podía ayudarme a cerrarla de pronto se cerro con un gran estruendo, el viento que provoco la puerta al cerrarse sacudió el cabello de mi flequillo.
Corrí hacia la esquina aterrada, cruce la calle sin mirar, aun sentía los bellos de mi nuca erizados por lo que me pareció un susurro frió, no se que decía pero el miedo inexplicable me invadió y volví a mi casa.
.Cuando entre mi madre lloraba sobre sus manos sentada en el sofá, mi padre la consolaba mientras me miraba con una furiosa expresión en sus ojos.
Donde estabas dijo...
Me temblaban las piernas, corrí a sus brazos y me puse a llorar con una gran angustia....
Angus Loke
Argentino
**Derechos reservados**

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