En este cuento corto, te llevo de paseo dentro del suspenso y lo inesperado, contando siempre con tu apoyo estimado lector, que lo disfrutes.
Angus Loke
Mario caminaba hacia su casa desde la universidad, estaba pensando ir a jugar fútbol con sus amigos o mirar tele en su nuevo departamento, por fin había logrado tener uno para el solo, modesto y pequeño pero solo suyo. Ensimismado en sus pensamientos caminaba cuando una sensación de nauseas lo sorprendió, los bellos de sus brazos se erizaron y frente a el se formo una pequeña grieta de luz.No tubo tiempo de reaccionar la grieta se expandió de golpe y se sintió succionado, un fuerte dolor de cabeza y perdió el conocimiento. La oscuridad lo envolvía cuando abrió sus ojos nuevamente, se sintió como si hubiera dormido días, su ropa estaba sucia y apestaba a toda clase de fluidos corporales. Volvió a desmayarse... La luz del sol heria sus ojos a través de los parpados, el hedor y una sensación de incomodidad lo despertaron. Trato de incorporarse pero solo logro sentarse, se sentía débil. con los ojos entreabiertos trato de reconocer donde estaba.
El suelo era de una piedra dura y rugosa, polvoriento. Parecía un hueco taladrado en el suelo con un techo de madera herrada con gruesos flejes de acero y remaches macizos. Un chirrió enervante anuncio que una pesada puerta se abría, unas manos fuertes lo levantaron en vilo y lo pararon contra la pared. Su cerebro repetía insistentemente que era una pesadilla, no podía estar ahí,pero no recordaba como había llegado ahí. Una nueva recorrida al lugar ahora un poco menos mareado le hizo ver hombres encerrados, era raro por que estaban vestidos de diversas formas, romanos, ejecutivos, campesinos,deportistas, y todos hablaban en idiomas diferentes. lo empujaron con violencia hacia una mesa de madera en los que había unos gruesos collares de hierro con un dispositivo que tenia una pequeña pero brillante luz celeste.
Un latigazo sonó en el aire y sus piernas sufrieron el caliente y ardoroso azote, cayo hincado sobre sus rodillas y rápidamente fue sujetado contra la mesa. El frió metal del collar se cerro alrededor de su cuello con un sonido estridente al cerrarse indicando el cierre correcto del dispositivo. Sorprendente mente comenzó a ver que todos aquellos hombres ahora hablaban su idioma. Arrojado por un enorme guardia, que ni siquiera había visto antes cayo al lado de un fornido tipo latino que lo miro con los ojos vidriosos. Soy Ramón dijo con una mueca de fastidio, Mario respondió e hizo un gesto de incredulidad, preguntándole, "¿que esta pasando? Ramón se encogió de hombros sin decir palabra. Varios guardias entraron al sucio hueco con una gruesa manguera, les ordenaron desnudarse y abrieron el agua, la fuerza del chorro los aplastaba contra la pared de roca desnuda que al contacto con el agua se tornaba filosa. Ramón no acato rápidamente al parecer de los guardias la orden y recibió una descarga eléctrica de un bastón que los guardias usaban. Luego le propinaron patadas con sus gruesas y altas botas. Ninguno de nosotros volvió a ser lento a la hora de acatar una orden. Una larga fila de hombres desnudos era revistada por lo que parecía el guardia principal. Con mejor luz y mas despierto Mario empezó a notar detalles de los guardias, eran fuertes pero espigados, cabellos largos pulcra mente peinados uniformes limpios y elegantes, botas altas con unas plataformas enormes, sus formas no eran masculinas, eso lo sorprendió mas aun. Seleccionados como mascotas pudo discernir que los mas jóvenes apuestos y dotados eran seleccionados por la guardia principal, los fuertes pero menos agraciados eran elegidos por la segunda en importancia. Los enjutos y delicados eran destinados a una subalterna y cruelmente denigrados. Mario era fuerte pero no era muy bonito así que quedo en el segundo grupo.
Gracias a Dios los vistieron con unos overoles harapientos pero suficientes para proteger sus miserias del escarnio publico. La guardia principal monto a un enorme corcel blanco finamente decorado con telas de brillantes colores y lazos, adecuados para una princesa. detrás suyo caminaba el grupo de los hombres que había elegido, desnudos, a la vista del pueblo que se arremolinaba detrás de vallas y en a cada lado de la calle. En segundo lugar cabalgaba la que a Mario le pareció la segunda en rango,con sus hombres de overol, y en tercer lugar los relegados, humillados, desnudos y golpeados con el látigo al retrasarse.
Mario caminaba sorprendido de lo que veía, una escena semi -medieval, una ciudad con avances tecnológicos que no conocía emparejados con construcciones antiguas y derruidas. Pero lo que mas le llamo la atención fue que todas eran mujeres, todas llamativas cada una a su forma, no vio ninguna fea ni gorda ni apocada, todas se veían en sensuales y caros vestidos, hermosamente maquilladas, y adornadas con joyas, reales o falsas imposible saber pero que hacían un combo imponente.
¿Cual seria el destino de Mario? ....CONTINUARA.
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Angus Loke

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