El invierno frió y gris pesaba sobre mis hombros
Una brisa suave silbaba entre los arboles y sus ramas desnudas.
La vereda solitaria y triste soportaba mis pasos
Pasaban a mi lado puertas y ventanas hasta llegar al oscuro zaguán donde estabas.
Los lamentos me hicieron detener y posar mi mirada en la suya.
Sus ojos tristes me miraban sin mirar
Una mirada grande y melancólica muy tuya
Sus labios se abrieron sin hablar
Sin darme cuenta había encontrado una pena
Sin siquiera planearlo le preste mi hombro
Sin pensarlo le presente a mi propia pena
Ambas se miraron desconfiadas y con asombro
Con mucho cuidado se fueron acercando
una palabra y un gesto amigable
poco a poco la desconfianza se fue apagando
poco a poco vieron que ambas tenían un gesto amable
En un zaguán oscuro encontré tu pena llorando
En mi corazón mi propia pena estaba sangrando
Nuestras penas juntas se amigaron
Nuestras penas juntas se fueron achicando
Hoy tu pena y la mía se transformaron
ahora las dos están sonriendo
Hoy tu pena y la mía se están amando
ambas penas se fueron desvaneciendo
Ahora una me esta perdonando y la otra...
la otra me esta queriendo.
Angus Locke
*Derechos Reservados
*Citar el autor
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