Un poema al placer, al momento...
Angus Loke
El peine se deslizaba por su pelo
su mano pálida y delicada lo sostenía firme.
Sus piernas delgadas e interminables acariciaban el suelo.
El sublime espectáculo de su cuerpo proyectado en la media luz no me dejaban irme.
Mis ojos embriagados de su tenue resplandor no se apartaban de su piel su cuerpo tembloroso entre sedas y encajes decorado
Quien fuera su pequeño oso para beber de aquella miel
Que pudiera dar un hombre por ese momento dorado.
Ella tan hermosa y tibia era generosa desparramando amor nadie podía poseerla del todo
su vida estaba al servicio del propio deseo sin prestar atención al dolor
Sus pasos firmes sobre el delgado tacón
Las caderas en un vaivén embriagador.
La mirada perdida en la anatomía del siguiente benefactor los labios plenos del lujurioso sabor ella sabe que el tiempo sera cruel con su labor ella sabe que al fin los hombres se beberán todo su ardor.
Pero si va a ocurrir y ocurrirá, por que esperar?
Sus deseos y los de ella son un cóctel dulce pero fuerte el exceso de piel adorna su andar el fugaz momento de pasión parecido a la muerte.
No sabe ella como va a acabar pero sin duda lo va a disfrutar.
Angus Loke
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