Cuento Corto: Porque sí---

Cuando un hombre sabe lo que es su vida... hermoso y sorpresivo cuento corto. 

Angus Locke

La oscuridad lo lleno todo.
Su vida no tenia sentido con otro cristal.
Todo era negro, la esperanza, una utopía muerta en algún rincón.
Su nombre y su alma destrozadas por las fieras.
Su corazón latía solo por inercia, su lengua sabia a ajenjo.
Las horas lentas y pesadas se rehusaban a irse.
Los demonios corrían desbocados por sus venas.
Los ojos secos, inhóspitos desiertos que alguna vez fueron bañados por ríos de lágrimas.
Cuando la amargura y la tristeza se comen el alma ya no hay sentido en la vida misma.


Los pasos desgarran el silencio.
No hay ni voces ni susurros en su cabeza.
Un rictus tenso endurece su mandíbula.
La ficción y la realidad se mezclan.
Las dudas ya son certezas.


El aire húmedo e indeciso no enfría ni da calor.
No importa quien, no importa como, quiere adueñarse de todo.
Quiere ser Dios,Juez y parte, por una vez.


Sabe que todo terminara pronto.
Una efímera sensación de poder.
Tanta sumisión, tanto sacrificio y sus manos están vacías.


Ya basta se decía, los gusanos se alimentaran de su carne muerta, tal como otros gusanos se comen su carne en vida...
El viejo sobretodo le daba un aspecto misterioso.


Busco delante de sus pasos, la oscuridad apenas herida por un tenue y amarillento foco.
El pútrido olor a opulencia ajena y sus ansias de libertad hicieron explosión uno como catalizador del otro.


La razón escapo espantada de su cerebro, y el miserable cuadro que pintaba su vida chorreaba colores ocres y grises.
Subió la escalera y observo al gentío.


Sobresalía un caballero alto y delgado, de mediana edad con una mirada altiva y orgullosa, de facciones llamativas un aura de seducción recorría toda su presencia.


Era obvio que aquella atestada estación de metro le era absolutamente ajena.


Hundió las manos en los bolsillos, suspiro llenando sus pulmones de aire, y camino hacia el elegido.
Rodeo la cintura del tipo con decisión, este sorprendido solo atino a balbucear :"que mier..."


La chusma horrorizada vio el doble haz de luz de la formación iluminar las caras de ambos hombres.
Uno sonreía tranquilamente satisfecho, el otro gritaba horrorizado.


Uno dejaba su vida feliz, su éxito y su soberbia arrancado de todo sin sentido alguno.
El otro dejaba su vida sin sentido, arrancándosela con éxito y una soberbia sonrisa.

                                                                                                                 Angus Locke.