CUENTO: El punto de la sabana, final?








El doctor Jhon realizó un épico viaje hasta la casa de Naisha, en el pueblito de Maharashtra, en lo profundo del país.





Casi unas veinte horas de viaje por la NH 44 en un desvencijado Mercedes Benz de los años 70; fue una gran aventura para el científico acostumbrado a los ambientes de Cambridge.




La casa era modesta pero tenia los servicios de cualquier familia de clase media.


El padre de Naisha, Yasin era un taciturno hombre hindú, con una actitud desconfiada al principio pero amable en su parquedad.


Muy interesado en proteger a su pequeña hija, pero también deseaba saber que le pasaba en realidad.


Después de un corto preámbulo todos hicieron un circulo alrededor de Naisha, con un hindú chapuceado y un ingles brumoso las historias de Naisha comenzaron a develarse.


La mirada absorta del doctor, al oír de parte de la niña, circunstancias, fechas y protagonistas; Ella relata historias de la época de la colonia, cuando Inglaterra mandaba en la India, relataba la vida de un héroe hindú que luchaba por la libertad de su país. Lo mas llamativo era que todas esas historias las relataba en primera persona.


También narraba cosas de un futuro no muy lejano, contando de avances y estado de las cosas en la visión de una mujer muy mayor.


Varios relatos los cuales seria muy largo de detallar fueron convenciendo al doctor que no era un montaje ni una fantasía lo que le sucedía a la niña, sino que realmente estaba en presencia de algo difícil de explicar y que él y su ciencia descubrirían.


Explicó su teoría al padre de Naisha quien receloso pidió tiempo para consultar a sus amigos y parientes sobre el particular experimento.






Jhon recibió la aprobación y con gesto nervioso llamó a su contacto, quien prometió enviar al día siguiente el peculiar aparato diseñado por el doctor.


Las luces de la mañana se colaban por las esteras que hacían las veces de cortinas, el sol impiadoso fulguraba en una revolución naranja y celeste.


Ansioso, Jhon empezó a limpiar un cuarto con tal empeño que pronto los dueños de casa se unieron a él contagiados por su entusiasmo.


El enorme camión llegó lentamente bamboleándose en las calles de tierra.


El chófer moreno con una amplia sonrisa saludo a todos y pidió ayuda para bajar su carga.


Rajiv se llamaba, y mezcla de interés y curiosidad se ofreció para ayudar con el montaje del ingenio, quería ver de que se trataba.


El doctor comenzó a montarla con avidez, almorzó unas frutas que le acercó Naisha y continuo trabajando hasta entrada la tarde, "está listo anuncio triunfante", satisfecho con el acabado de los componentes y el respeto puntilloso a las especificaciones que habían tenido los hindúes.


Jhon no tuvo en cuenta un detalle, no había una toma eléctrica donde monto el aparato al que llamo proyector.


Tardaron una hora en conseguir el cable largo que llegara a la toma, la intensidad de la energía necesaria, hizo que Jhon montara unos transformadores y diodos para que fuera suficiente.


Ya entrada la noche todo estaba listo, Naisha soñolienta apareció por la puerta mirando extrañada aquel esperpento que el doctor alababa tanto.


Un almohadón mullido en un extremo para ella, una silla cerca de los controles, para el doctor y fuera de la habitación una multitud de curiosos miraba incluidos los parientes de Naisha.El primer intento, falló por una conexión defectuosa.


El segundo hizo que el haz de luz brotara con fuerza, comenzando a rebotar en los espejos que potenciaban exponencialmente su intensidad, la luz anaranjada y brillante generaba un hilo intenso y un clima tibio, poco a poco se fue intensificando la velocidad el calor y la energía generada.


La carita asustada de Naisha hizo que el doctor le hiciera una seña para tranquilizarla.


El zumbido constante y suave y el clima tibio atentaron para que Naisha se volviera a dormir.En un parpadeo el zumbido dejo de oírse y el haz de luz comienzo a ralentizarse, era posible para el doctor ver los electrones y los protones y los neutrones moverse en cámara lenta a su alrededor.


Naisha estaba recostada en el almohadón dormida, a su lado una mujer entrada en años sentada le acariciaba el cabello de la frente, el doctor se sobresalto, la mujer lo miro y le sonrió, Otra mujer se acerco con una pequeña beba en brazos,una adolescente risueña y una mujer adulta joven también se sentaron cerca de Naisha pero dentro del haz de luz.


El doctor les pregunto "¿Quienes son? A coro respondieron, "Naisha", sonrieron al verse una a otra, las mayores aconsejando a las jóvenes abrazándose y sonriendo.Pronto la luz comenzó a acelerarse, y las mujeres comenzaron a irse.


Al final Naisha despertó, la maquina se apago despidiendo ondas de calor y estática.


Al fin el doctor le pregunto si sabia que había pasado, ella asintió con la cabeza, dijo " no estaba sola, estaba con muchas yo, que no eran yo, pero lo fueron y algunas lo serán"


La multitud ingreso a la habitación y se arremolino cantando con Naisha ,dejando al doctor con mucho en que pensar...







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